Que el cambio climático es el mayor reto que la humanidad tiene por delante es una idea cada vez más instaurada en la que poco a poco más actores sociales están tomando parte. Uno de los objetivos principales para la lucha contra esta crisis es evitar el aumento de la temperatura del planeta. La vocación que distintos tratados y acuerdos internacionales habían esbozado durante años tomó forma definitivamente en el Acuerdo de París de 2015. Los países firmantes se comprometieron a tomar medidas para evitar que la temperatura del planeta subiera más de 1,5º con el fin de evitar las peores consecuencias del cambio climático.
Descarbonizar para frenar el calentamiento global
Dentro de las medidas de mitigación que la Unión Europea, China, Japón, EE.UU. o Corea del Sur encontraron indispensables para conseguir este objetivo se encuentran las estrategias de descarbonización. Para ponerlas en marcha las actividades productivas deberán dejar de emplear combustibles fósiles, responsables de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. De esta forma nos dirigimos hacia sociedades con economías bajas en carbono, que permitan mantener la productividad de forma más sostenible con el planeta. Y aunque todo esto suene a un futuro lejano, lo cierto es que está más cerca de lo que imaginamos: Europa quiere ser neutra en carbono en 2050.
¿En qué consiste la descarbonización?
Que en 30 años Europa sea capaz de emitir el mismo carbono que es capaz de fijar (a través de sumideros de CO2 como plantas y mares) es un avance que va a implicar importantes cambios que deben ponerse en marcha de inmediato. En noviembre de 2020 España presentó su Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo como país miembro de la Unión Europea, apoyando la consecución del objetivo y mostrando la urgencia de adoptar y poner en marcha de inmediato políticas necesarias en esta transición ecológica y social.
La descarbonización de edificios
La construcción y renovación de edificios es uno de los sectores que tendrán un papel fundamental a la hora de implementar la descarbonización. Los edificios causan el 38% de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento del planeta. Pero también es el sector en el que más eficaces pueden ser las intervenciones en cuanto al coste y la oportunidad de mejora según el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
El futuro de la construcción y la rehabilitación
Los edificios descarbonizados son ya una realidad. A través de un análisis del ciclo de vida conocemos los datos emisiones de CO2 generadas en casa una de las fases. Con este análisis exhaustivo podemos pasar a la minimización de la huella de carbono es una tarea fundamental que nos permitirá, a través del diseño y la selección de materiales avanzar hacia la descarbonización. Una vez lograda la máxima eficiencia es imprescindible compensar el carbono que no se consiga evitar con la misma. Toda la generación de carbono restante debe ser compensada y no excusada ni asumida como inevitable. Por supuesto el edificio debe contar con una electrificación proveniente 100% de energías renovables. Es imprescindible para evitar la emisión de gases provenientes de combustibles fósiles durante la vida del edificio.