Los edificios consumen en Europa el 40% de la energía total generada y causan el 38% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Son números preocupantes, que sitúan a los edificios como uno de los principales causantes del calentamiento global. Por eso hay que actuar de manera inmediata en la transición hacia una construcción sostenible y regenerativa.
La descarbonización de los edificios y reducción de las emisiones de CO2 es indispensable para el futuro del planeta. ¿Cómo puede adaptarse el sector de la edificación para ser pieza clave del cambio global? En este post, tratamos de responder a esta pregunta.
Los edificios del futuro
En 2019 la Comisión Europea presentó el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta estratégica con acciones concretas destinadas a transformar la economía de la UE para un crecimiento sostenible, eficiente energéticamente y ser climáticamente neutro en 2050. En la actualidad, estamos en plena transición del modelo imperante en el periodo 1990-2010, muy alejado de los estándares de eficiencia que se exigirán en un futuro muy cercano. Tanto como que los edificios de nueva construcción deberán ser cero emisiones para el año 2030 y en el caso de los edificios públicos, el plazo es hasta 2027.
Los parámetros de eficiencia requerirán una reducción drástica de las emisiones de carbono en la fase de uso. Los edificios antiguos tendrán la obligación de reducir sus emisiones en un 55% y su consumo energético en un 40% para 2030. Por tanto, la rehabilitación integral será tan importante para la descarbonización como la construcción de Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo.
Descarbonizar no es una estrategia, es una necesidad
La dimensión de la crisis climática nos obliga a transitar hacia un modelo que integre el aspecto social, medioambiental y económico. Para ello, hay que diseñar pensando en el largo plazo y en las personas que habitan los edificios, incidiendo en su independencia energética, en su confort térmico y bienestar.
En Ecómetro tenemos claro que la descarbonización no solo se basa en reducir las emisiones durante la construcción, por eso nuestra propuesta es calcular, minimizar y compensar todos los impactos que genera el edificio durante todo su ciclo de vida. La misión es conseguir eficiencia, resiliencia al cambio y limitar al máximo la huella ecológica.
Es fundamental para ello el análisis de ciclo de vida, la economía circular y la adaptabilidad del edificio a las consecuencias del cambio climático, especialmente en el entorno urbano. La contaminación actual es la causante de múltiples enfermedades respiratorias, aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer y empobrece la calidad de vida.
Es fundamental la colaboración y el compromiso del sector
Los sectores del transporte y la energía se están movilizando buscando fuentes renovables que den soluciones a los problemas ambientales y sociales y aumenten su competitividad en el mercado. Sin embargo, el sector de la edificación sigue anclado en fórmulas antiguas y muy poco adaptado a la realidad climática. La participación de las empresas, de la ciudadanía y de las instituciones es fundamental para revertir esta tendencia, comenzando con un plan integral de rehabilitación de los edificios públicos y privados que no deje a nadie atrás.
La descarbonización será entonces la oportunidad de reconstruir la economía, generar empleo en la construcción y acabar con problemas cronificados de vulnerabilidad energética, medioambiental y social, permitiendo un crecimiento económico sostenible. La apuesta de Europa y España por el Green Deal, debe ser la de todos. No solo porque estamos en el mismo barco, sino porque es la única solución posible.